El vestido definitivamente es mi prenda favorita para trabajar, es practica, elegante y cómoda, a mi opinión ideal para esta temporada de verano. A pesar de eso algunas veces tenemos ciertas dudas de cómo llevarla sin cruzar la línea de la informalidad.
Claro que hay que tener presente que no todas las oficinas guardan los mismos protocolos a la hora de vestir, si en algunos centros de trabajos puedes llevar ropa muy informal, en otros es un gran problema hasta llevar colores fuertes. Así que aquí he escogido algunas ideas con las que no correrán riesgos y podrán ir cómodas a trabajar.
Este primer look es uno de mis favoritos, a pesar de ser una combinación muy clásica de blanco y negro, la cartera roja le da el toque de color al look.
La falda en A y el cuello en V son ideales para todo tipo de cuerpo y las combinaciones de accesorios junto a un vestido azul pueden ser variadas, zapatos rojos, negros, nude, azules hasta blancos.
El vestido negro es un infaltable de todo clóset laboral pero para el verano pueden buscar una opción diferente con algún detalle como este que posee un cuello blanco, llevando de forma sutil la tendencia deportiva. Si lo combinan con accesorios clásicos no tendrán problemas para llevarlo a la oficina.
Para los estilos clásicos también pueden optar por un vestido de falda recta y manga corta, combinándolo con prendas dentro de la misma gama de colores. Este tipo de escote es ideal si tienen busto grande y quieren afinar visualmente la cintura.
El vestido camisero se puede llevar de muchas maneras, si bien lo hemos visto mucho en looks más casuales, también lo podemos llevar a la oficina. Recuerden que lo importante siempre será la combinación de accesorios y zapatos que lo acompañen para que se vea más formal.
Recuerden que si tienen un protocolo mucho más formal siempre deben tener cerca un blazer de verano -tela delgada- o una chaqueta ligera.
No dejen de contarme cuál es su prenda favorita en sus looks de trabajo y qué combinación les gusto más 🙂