Hay épocas en que parece que todo y todos se han puesto de acuerdo para enredar nuestras vidas, para ponernos pruebas e incluso la misma vida confabula para demostrarnos cosas, demostrarnos que tenía razón cuando nos llevó por tal o cual camino, en momentos así tenemos dos opciones, ceder, terminar cayendo en ese caos o tratar de respirar, enfocarse e intentar seguir adelante.
Me tocó pasar por esa época, todo se juntó, y dio la casualidad que justo coincidió con un pequeño viaje cerca de Lima, a Huaraz y fue como una oportunidad de escapar aunque sea por poco tiempo y justamente para respirar. En realidad es la cuarta vez que visito la ciudad, y después de la primera vez siempre que he regresado he tenido mucho temor debido a que sufro de mal de altura, así que tomo mil precauciones para evitar los peores síntomas. Sin embargo, esta vez fue muy distinto, me quedé fuera de Huaraz, en Anta, a unos 25 minutos en auto y nunca llegué a sentir la altura, de todas maneras habíamos planeado un viaje distinto, no el clásico viaje a Huaraz, no los clásicos tours que nos llevan de un lado a otro de manera muy rápida y que no nos dejan disfrutar el paisaje, la energía, la belleza del lugar.
Para empezar, como ya les conté, no me quedé en Huaraz, buscando y buscando encontré un lindo lugar en Anta, con una vista impresionante de la Cordillera Blanca, sin pensarlo decidimos ir ahí, el lugar realmente es bello, al final les dejo los datos por si quieren pasar lindos días con un paisaje impresionante y atención de primera.
En mis anteriores visitas a Huaraz no había reparado en las bellas flores que la acompañan, desde la retama hasta los viveros de rosas, en todos lados las encontramos, hasta en medio de las piedras y en donde no había nada más en todo el camino, por ello el título de esta publicación.
El único lugar al que sabíamos que debíamos ir era a la Laguna de Llanganuco, es una visita muy común en Ancash, sin embargo, no hicimos la ruta clásica, pudimos darle la vuelta a toda la zona, caminar con tranquilidad y sentir el aire de la zona, con una bella laguna de colores impresionantes.
Bolso de Cargo Accesorios.
Tuvimos la suerte de contar con muy buen clima, sin lluvia y sin frío en realidad, sólo el viento fuerte, así que la mejor opción era llevar un cortaviento y un pañuelo para protegernos un poco no sólo del viento sino también del sol que era fuertísimo.
Casaca de Tommy Hilfiger, Pañuelo de Mango y Anillo de Tous.
Collar de Petunia que me acompaña a todos lados 😉
Al siguiente día terminamos yendo a un lugar que no teníamos planeado, ya les cuento en el siguiente post, aunque si me siguen por instagram ya deben de tener una idea. Nos hospedamos en el Hotel Boutique Cuesta Serena, un bello y recomendadísimo lugar.
Fotos: www.legalmenteentaco12.com
