Y finalmente el 2012 terminó y así, sin darnos cuenta, ya es 3 de enero -en realidad este post estaba programado para el 31 pero nunca lo pude terminar-; es increíble que el tiempo haya pasado tan rápido, ni se bien en qué momento llegamos a diciembre. No sentí los días previos a la navidad, simplemente llegaron y ni me dio el tiempo de hacer todas las cosas que normalmente hago antes de fiestas, tenía en mi contra el tiempo -porque recién llegué a Lima unos días antes de Navidad, mi salud y mi estado de animo que por estos días no andaba en su mejor momento.
Pero sí, el 2012 terminó, un año muy distinto para mi, de muchas altas y bajas, de muchas sorpresas, algunas buenas y otras malas, uno de esos años que quedan marcados en color rojo en la la memoria.
El año empezó con un verano frío pero lindo para mi, en la playa, con la familia, en tranquilidad; me parece que fue ayer que recibíamos el 2012 bailando en una fiesta con gran parte mi familia; claro que como todo, eso no duró mucho, en las primeras semanas me tocó llevarme un gran susto, pasar por un momento del que pensé que no me podría recuperar. Lo cierto es que hay cosas de las que nunca nos terminamos de recuperar, las recogemos, las miramos y las guardamos de la mejor manera posible para así poder continuar. En ese momento jamás me habría imaginado que ese sólo era el comienzo, sólo el comienzo de un año muy difícil, en el que los problemas se repetirían muchas veces más y en diferentes aspectos, transformándose en un año que me dejó con muchos momentos de tristeza, de miedo e incluso de soledad, porque algo que es muy cierto, es que cuando los problemas llegan, todos se van, buscan la primera excusa o simplemente desaparecen. Llega a ser hasta como un sueño cuando muchas veces llegas a una mesa cargando mil cosas y problemas pero al ver a los amigos contando sus problemas, sus alegrías, sus historias, terminas olvidando los tuyos, es bueno, pero luego de un tiempo se crea una sensación extraña.
Unos días antes de viajar, conversaba con dos de mis mejores amigos acerca de lo raro que había sido este año, y definitivamente llegábamos a la conclusión de que había sido un año diferente, no lo podíamos catalogar totalmente de malo, ni totalmente de bueno, tuvo extremos muy marcados y opuestos a la vez; hubieron cosas buenas, muy buenas e incluso increíbles pero también otras que marcaban grandes cambios.
En medio de todo ese escenario jamás me habría imaginado las sorpresas que recibiría junto con el blog, hubieron momentos en los que tenía la mente tan agobiada de problemas y recibía un correo o una noticia que me permitía sonreír gracias a esta página; para mi, humildemente, ha sido maravilloso el apoyo que recibí de diferentes empresas, de los lectores, fueron momentos muy lindos desde la charla que dábamos al inicio de año en el Rouge Bar, los front row que recibimos este año en el Lif Week, colaborar con el Jockey Plaza en la semana del We Love Shopping Week, los engreimientos de Lancôme :), el apoyo maravilloso de Catú Shoes, Pushkala, Biz Atelier, participar en campañas a favor de la lucha contra el cáncer junto a Estée Lauder; además de conocer a muchas personas involucradas en este mundo de la moda que va girando en Lima y realmente darme con la sorpresa que uno nunca puede dejar de conocer grandes amigos, he ganado amigos maravillosos, he conocido gente muy linda que me alegran cada vez que los veo aunque sea en eventos o en las pocas oportunidades que nos podemos escapar a tomar un café.
En lo laboral también ha sido un buen año, sería imposible que me queje, además de todo ello pude salir de viaje, aunque como les conté con la huelga de Iberia recién supe 4 días antes de tomar el vuelo que efectivamente regresaría a Lima antes de Navidad y por esas sorpresas grandes de la vida me mandaron a bussines class! así que ya se imaginarán mi felicidad 😀
Por todo ello es que les contaba que ha sido un año diferente con extremos muy distantes entre sí, hasta me tocó encontrarme con mi pasado, aunque para mi fue bastante cómico. Este año también recibí sorpresas de personas a quienes estimaba mucho pero que, en realidad, no las conocía; es tan cierto eso de que nunca terminas de conocer a la gente. No para todos la palabra «amistad» tiene el mismo significado, para algunos sólo es cuestión de salir a algún lugar de moda, de pedir favores y sonreír escondiendo mil cosas en su interior, un significado de amistad muy lejos de lo que es la lealtad, confianza, sinceridad y todos esos calificativos que solemos usar para eso.
A pesar de todo eso, mi conclusión 2012, es la de quedarme con lo bueno, seguir adelante con lo que vale la pena. No quiero hacer de este un post tan largo, sólo quería compartir con ustedes como siempre un poco de mi y, en especial, agradecerles por acompañarme durante el 2012 y darle la bienvenida al 2013 con una gran sonrisa y muchas ganas de cumplir nuestras metas.
